José Luis Balbo

Esta frase que tanto escuchamos durante mucho tiempo, ahora me toca usarla para decirla al autor y a mi querido amigo que llamaré “el profesor”.

Quizás nos sigan viendo como ese grupo de muchachos valientes que se hicieron cargo alguna vez de algo que hasta entonces no mucha gente supo actuar o imponerse en sus formas, es entendible en buena parte que sus ojos continúen viéndonos de la misma forma.

Pero el tiempo va pasando, no precisamente en vano y la experiencia acumulada en ese tremendo ejercicio que nos tocó vivir de manera acelerada, mas las vivencias propias de cada uno, y en mi caso en particular potenciadas por los diferentes sitios y culturas en las que me ha tocado desenvolverme hasta hoy, nos permite tener una visión global mas enriquecedora de las cosas, las razones y circunstancias.

Entonces es ahora mas que nunca, que ese grupo de gente tienen en mente la forma mas clara para lograr llevar a cabo nuestro cometido, sin dudas es el momento en que somos mas capaces de trazar el camino que debemos seguir, la estrategia necesaria y las tareas que demanda esta oportunidad.

Desde hace varios meses hablamos de las estrategias a seguir, de los pasos que debemos dar y la idea global que varias veces he explayado para conformar el trabajo necesario para alcanzar la meta propuesta, necesitamos para eso seguir un camino tal cual se ha venido haciendo, algunos podemos estar en ambos lados, pero el segundo camino es el inevitable de la conformación del grupo de trabajo necesario para respaldar ese tortuoso sendero, que si sabemos conjugar ambos elementos, sin duda alguna nos llevará a todos estar disfrutando del trabajo realizado.

Para mi es un agrado estar colaborando en todo esto, me hace sentir que el trabajo bien hecho a la larga da frutos y nuevas oportunidades de tremenda importancia, retos que nos retroalimentarán nuestras ansias de desafíos.

Espero en esta semana contar con buenas noticias de conformación y reunión de las personas que nos llevarán nuevamente a jugar un papel fundamental de nuestro desarrollo cotidiano, y para ellos voy a usar una frase que me dijo alguien que compartió a nuestro lado esos días, “todavía estamos a tiempo de poder ser quienes deberíamos haber sido”, para eso espero que como ha pasado en estos cuatro meses, no “seamos victimas de nuestros propios errores”.

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